Voy a empezar a escribir

                                           

Voy a empezar a escribir. 

Esto no es la tesis pero será la forma de empezar un nuevo proyecto.

Hay personas que camina en mi cabeza, ideas que flotan van y vienen. 

Hay sombras de cosas que no existen. Recuerdos del pasado que me persiguen.

Solo sombras que no pedo dejar ir, porque sería perderme en un abismo sin salida.

Es un laberinto perdido, es el olvido.

La nada no es soledad, ni es vacío, la nada simplemente es eso, nada. 

Nada que decir, nada que se pueda hacer, nada que cambie esta realidad absurda de cosas que no puedo solucionar y que pesan en mi conciencia como puertas sin salida.

 Corro dentro del laberinto pero no veo donde empieza, ni donde termina.

Si pudiera pedir un deseo, ese claramente seria que volviera  a mi vida, que aparecieras de nuevo con tu risa, con tu encanto, con tus sombras que se encuentran con las mías y dejan de correr por los pasillos.

Ya no estas pero algo en el fondo de mi ser no encuentra consuelo.  

Es como una semilla de mostaza, tan pequeña, pero tan poderosa. 

Eres como una semilla de baobabs en un pequeño planeta, amenazando mi existencia y mi vida.

Leí de nuevo el capítulo 5 “the princes petit”  y me di cuenta que los problemas empiezan muy pequeños, las ideas buenas y malos están dentro de uno llegan a uno de manera sorpresiva y se quedan allí, invisibles hasta que deciden crecer, entonces hay que solucionarlo a tiempo, y no esperar que crezca.

Esa fuiste tú: una semilla en mi vida que deje crecer.

No sé si eres buena o mala, solo  sé que por ahora me haces falta.

Hoy este camino me lleva ala misma frustación, mientras el tiempo pasa inmensurable.